Tierra que desvanece

Tierra que desde sus inicios nos acogió y sostuvo con su protectora y fuerte naturaleza dándonos paso a la vida,  Tierra que con el nacer de tus animales nos brindaste alimento y nos hiciste crecer como hombres sensatos, Tierra que con tus mares nos permitiste navegar y llegar más lejos hasta poder extender nuestros conocimientos, Tierra que lo tienes todo sabía y poderosa, y nosotros inseguros e insensibles,  ¿qué te hemos hecho?

Convertimos tus hermosos y casi mágicos bosques en cenizas y destrucción, cruelmente arrastramos a la extinción a un gran puñado de tus hijos ignorando que los necesitábamos vivos, con nuestros tóxicos y venenos contaminamos tus mares puros y cristalinos, como hielo en vaso de agua derretimos tus glaciales. Al igual que tú lo teníamos todo a tu lado y pronto no tendremos nada. Confió en ti, y sé que nos quitaras todo lo que alguna vez nos diste, reclamaras lo que en un principio te perteneció y te arrebatamos insensiblemente. Desvanecemos todo en nuestras manos, conviértenos en cenizas, tal vez solo así nos liberaremos de toda esta culpa que sentimos algunos atrapada en nuestra alma. Más consciente de mi existencia y naturaleza que nunca que no lo puedo soportar.

Sentimientos

Mis sentimientos más desbordantes y desbocados los oculto tras un blanco manto de supresión como sabana de hotel en estreno, tan pulcro y puro que nadie sospeche de él, que detrás se esconden oscuras verdades mías, que con el tiempo he sabido controlar para no tener que disimular. Son verdades decepcionantes que si las miras de lejos te parecen sabidurías de reflexión pero si te detienes a mirarlas más de cerca y no sigues por tú camino haciendo caso omiso harán un tormento infinito y sub-real en tus pensamientos inquietantes, como si de un delgado hilo dependiera el péndulo de tú cerebro.

Un cofre de oro desearía tener y cadenas envueltas en fuego inapagable que lo rodeen a él, más un campo de fuerza a su alrededor, y que dentro escondidos estén mis sentimientos sofocantes que no me dejan ser consciente de mi piel unida a mí. 

Videojuegos realidad/ Realidad videojuegos

-God Of War 2-

Luego de haber matado a Ares y convertirme en el nuevo Dios de la Guerra, los Dioses me desterraron del Olimpo y me despojaron de mis poderes de Dios, por ser más peligroso que el mismo Ares en sus días. Ahora tengo que buscar a las hermanas del destino para poder retroceder el tiempo y cambiar el momento en el que perdí todos mis poderes.

-Resinte Evil 4-

Trabajo para el presidente de Los Estados Unidos, quien me ha encomendado encontrar a su hija en España en un pueblo donde hay un brote de virus. Cuando llego allá descubro que este virus convierte a la gente en una especie de zombis al mando de alguien más a quien debo matar para recuperar a Ashley, la hija del presidente.

-Dinocrisis 1-

Soy una agente de inteligencia de un equipo de fuerzas especiales, me han dejado a mí, y a mi grupo en una isla remota donde tenemos que buscar al doctor Kirk. En el trayecto descubrimos que hay dinosaurios en esa isla y tenemos que luchar contra ellos de lo contrario seremos comida de animales prehistóricos.

Como me gustaría que esos videojuegos fuesen la realidad… que pudiéramos hacer y vivir todo eso, para no tener que ver en el mundo real donde los hombres golpean a sus mujeres, mujeres que mueren por anorexia, abortos inducidos, padres que echan a sus hijas de casa por estar embarazada, familias destrozadas, convictos en la cárcel injustamente, bebes con SIDA, drogadictos en la calle sin el apoyo de sus familiares… Como me gustaría pensar que las cosas que suceden en los videojuegos fueran más creíbles que la realidad, porque la cruel realidad no la entiendo, no entiendo como puede ser así, pero para mi desgracia y la de muchos estas cosas suceden y la vemos con tanta frecuencia que ya es fácil de creer y difícil de no creer. Ojala, ojala que los videojuegos fuesen realidad y la realidad fuesen videojuegos. 

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N/A: Sé que es un escrito muy diferente a los que acostumbro a hacer normalmente pero sencillamente estoy demasiado indignado con la sociedad, y quería escribir de ello hace un tiempo pero no sabía cómo hacerlo que no fuese “muy común” y se me ocurrió escribirlo comparando de alguna manera la realidad con el deseo que hay en mí, de que los videojuegos fuesen la realidad y no la muy injusta en la que vivimos, haciendo un muy corto resumen de lo que a mi respecta fueron cada unos de esos maravillosos videojuegos.

Suicidio

-Sé que estas cansando de tener que vivir estos puñados de días, cada día que no valen la pena.

-Te esfuerzas en hacer las cosas bien y nadie te lo reconoce pero basta que hagas algo mal para que todos te observen con una mirada de desaprobación mientras te señalan con el dedo con sus convincentes argumentos.

-Deseas cosas que sabes que jamás serán tuyas, sabes que las mereces y los que las poseen no saben valorarlas.

-Dudas y te piensas dos veces cada paso que das, por temor a caerte y jamás poderte levantar.

-Quieres hacer algo por cambiar el mundo pero eres tan insignificante para él que no puedes ayudarle en nada.

-Sabes que tú existencia es mero error y te pones depresivo cuando intentas fingir ser quien no eres.

-Cargando todo el peso de los demás sobre tu espalda, mientras ellos se regocijan con tu ganancia sufrida y ni siquiera valorada.

 -Envenénate, disparate, ahórcate, decapítate, mutílate, asfíxiate, lo que sea que provoque que tú llama de la vida se apague por siempre.

-Sabes que lo deseas…

 -Si lo haces todo ese martirio y sufrimiento que sientes se irá dejándote en paz, si no pudiste conseguir la paz en la vida consíguela en la muerte.

Ahora dime… ¿Morirás como un cobarde o lucharas por sobrevivir estos días y encontrar la paz interna que hay dentro de ti como un valiente? La paz verdadera no existe, es como creer o no creer en Dios, no existente nada absolutamente contundente que te pruebe que es real, solo es decisión tuya si creer y sentirlo o no creer y no sentirlo. 

Resurrección

Juré que te amaría, que jamás cambiaría. Solo fueron las palabras vacías de mi presencia egoísta, porque en ese preciso segundo y hasta hoy en día siempre supe que me engañaba a mí mismo y que aquello jamás sería realidad. Confinados ambos en un eterno agujero negro sin fin, cayendo, cayendo cada vez más, tú por confiar en mis cautivantes palabras envenenadas y yo por engañarme a mí mismo persistiendo y combatiendo en una batalla ya acabada, que nunca tuvo comienzo. Sostuve fielmente tú mano durante el trayecto de la caída, cubriendo mis ojos mientras navegaba en mis pensamientos cuando estaba unido a ti, solo en mis sueños placenteros.

Sensatez recobre cuando por fin recordé que era mejor sentirse culpable por acabar esta batalla que nunca fue a peor seguir como un religioso devoto a su Dios el permanecer siempre atado a la idea de que aquello es real, y yo, no quiero eso. Porque muy en el fondo una parte de mi me dice que yo no me valgo de mis creencias inexistentes sino de las señales que desde un puente me guían siguiendo unas huellas pequeñas que me arrastran hasta mi hogar, mi verdad.

Y así, derrumbe todo lo que habíamos construido dejando cicatrices en ambos que jamás se verán pero si se percibirán. Convirtiendo mis anhelos irreales conspirando en contra de mí a una realidad más cruda y cruel dejándome saber quién soy  y quien más nunca seré, allí fue cuando pude ver dentro de mi mismo y lo que vi me inquieto.